martes, 12 de octubre de 2010

Un día de suerte




Pensábamos escribir sobre lo que fue nuestra excursión a la maravillosa ciudad de Edimburgo y su no menos maravillosa fiesta, incluido algún que otro juego de monedas que ya exportaremos a España, pero el día de ayer le ha quitado protagonismo a la excursión. Se resume en dos palabras: increíble y suerte.
  Antes de venir habíamos hablado con la federación de fútbol para que nos consiguiera entradas para el partido que se disputa hoy 12 de octubre en Glasgow, entre los campeones del mundo y Escocia. Pero debido a su ineficiencia, al final nos quedamos sin ellas. Ayer decidimos ir a Glasgow, a la puerta del hotel, a consolarnos viendo al menos a los jugadores.
  Llegamos sobre las 4 de la tarde y nos enteramos que los jugadores no saldrían hasta las 6 para ir al entrenamiento en Hampdem Park, asi que cruzamos a tomarnos la pinta de rigor de las 4 de la tarde. En esto que alguno dice que está Sara Carbonero en la puerta del hotel. Entre perplejos y emocionados nos asomamos a la puerta del bar y así era. Apuramos la cerveza de un trago y cruzamos corriendo la carretera para ir a intentar hacernos una foto con ella. Y lo conseguimos. A esta mujer solo se la puede describir con una palabra : diosa. Es mucho más guapa en persona que en la tele, increíble. Enfundados con nuestras banderas ya nos quedamos en la puerta del hotel, y en esto que se nos acerca un hombre y nos pregunta:
        -¿ Tenéis entradas?
        - No
        - ¿ Queréis entradas?
        - Pues hombre, si
        - Nos sobran 5, las queréis?
        - Por cuanto?  (preguntamos escépticos )
        - Su precio, 25 libras
En ese momento y después de esta conversación nos miramos todos con cara de sorpresa, entre incrédulos y desconfiados. Pero las cosas de la vida de vez en cuando son así, y minutos más tarde teníamos nuestras entradas perfectamente numeradas para ver a la selección. Increíble.
Todavía no nos habíamos recuperado de esta gigantesca alegría cuando se empieza a armar revuelo a la puerta del hotel, iban a salir los campeones. Entre algún que otro empujón y carrera, conseguimos que nuestras banderas y camisetas estuvieran firmadas por Arbeloa, Llorente, Xabi y por el hombre que nos hizo campeones, el gran Andrés.
Decidimos después ir a Hampden Park para comprobar si podíamos ver el entrenamiento. Al llegar al estadio, precioso por cierto, nos dicen que es a puerta cerrada, que si decisiones de la federación escocesa.... vaya desilusión. Nos quedamos un rato en la puerta, un grupo de unas 20 o 30 personas, cuando viene un hombre y dice que nos van a dejar entrar, que no avisemos a nadie y no hagamos mucho ruido. Seguía siendo nuestro día de suerte. Cual será nuestra sorpresa cuando entramos y nos colocan a pie de campo a ver el entrenamiento. Como locos sacando fotos y disfrutando de el entrenamiento en una posición privilegiada.
Serían ya las 10 de la noche cuando regresamos a la residencia. Habíamos vivido uno de los días más grandes y con mas fortuna de nuestras vidas. Quién nos lo iba a decir cuando salimos con la mera intención de intentar ver a alguno de los jugadores que íbamos a tener un día como el que disfrutamos. Y todavía queda lo mejor, el partido desde el estadio, el estadio que vio ganar al Madrid 2 copas de Europa, el estadio que vio uno de los mejores goles de la historia.
Estar atentos a la televisión que nos haremos notar.

martes, 5 de octubre de 2010

Las primeras semanas



Ya llevo aquí casi dos semanas, aunque la verdad que da la sensación de llevar mucho más tiempo aquí. Se podría decir que estamos totalmente amoldados al estilo de vida de aquí, aunque seguimos llevando los horarios que nos da la gana. Ayer sin ir más lejos, comimos cerca de las 4 de la tarde. Hoy todavía ni hemos cenado... así que en ese sentido seguimos llevando unos horarios bastante españoles.
    Las clases están bien, tampoco hemos tenido excesivas, solo tenemos 2 clases más el proyecto por cuatrimestre y un módulo de inglés que nos hemos apuntado en la universidad también. A casi todos los profesores se les entiende bastante bien y ya iremos viendo el nivel de exigencia. Las sillas de las clases son un aspecto a comentar; son una maravilla. Son las típicas sillas reclinables, bastante cómodas. Y las instalaciones de las clases son también bastante buenas. Eso sí, la universidad es un intrincado laberinto de pasillos y edificios. Es horrible tener que buscar una clase si nos sabes previamente donde está. El profesorado de momento muy amable y educado.
    El tiempo me está sorprendiendo para bien, raro día he tenido que sacar el abrigo durante el día. Eso si de vez en cuando da por descargar agua... y no veáis de que manera! Pero en general es buen tiempo.

   La vida aquí me gusta mucho. El ambiente de la residencia es genial, te saludas con todo el mundo, se montan fiestas a la menor, a las que te metes a poco que veas algo de música y gente. Tenemos unas instalaciones deportivas excelentes y está bastante bien conectado con autobuses, aunque estos pasan con la frecuencia que les sale de los mismisimos cojones.
   En el video de abajo, que muchos ya habréis visto hay una muestra de lo que hacemos algunas noches en The Union :


Ya os iremos contando.