
Pensábamos escribir sobre lo que fue nuestra excursión a la maravillosa ciudad de Edimburgo y su no menos maravillosa fiesta, incluido algún que otro juego de monedas que ya exportaremos a España, pero el día de ayer le ha quitado protagonismo a la excursión. Se resume en dos palabras:
increíble y
suerte.
Antes de venir habíamos hablado con la federación de fútbol para que nos consiguiera entradas para el partido que se disputa hoy 12 de octubre en Glasgow, entre los campeones del mundo y Escocia. Pero debido a su ineficiencia, al final nos quedamos sin ellas. Ayer decidimos ir a Glasgow, a la puerta del hotel, a consolarnos viendo al menos a los jugadores.
Llegamos sobre las 4 de la tarde y nos enteramos que los jugadores no saldrían hasta las 6 para ir al entrenamiento en Hampdem Park, asi que cruzamos a tomarnos la pinta de rigor de las 4 de la tarde. En esto que alguno dice que está
Sara Carbonero en la puerta del hotel. Entre perplejos y emocionados nos asomamos a la puerta del bar y así era. Apuramos la cerveza de un trago y cruzamos corriendo la carretera para ir a intentar hacernos una foto con ella. Y lo conseguimos. A esta mujer solo se la puede describir con una palabra : diosa. Es mucho más guapa en persona que en la tele, increíble. Enfundados con nuestras banderas ya nos quedamos en la puerta del hotel, y en esto que se nos acerca un hombre y nos pregunta:
-¿ Tenéis entradas?
- No
- ¿ Queréis entradas?
- Pues hombre, si
- Nos sobran 5, las queréis?
- Por cuanto? (preguntamos escépticos )
- Su precio, 25 libras
En ese momento y después de esta conversación nos miramos todos con cara de sorpresa, entre incrédulos y desconfiados. Pero las cosas de la vida de vez en cuando son así, y minutos más tarde teníamos nuestras
entradas perfectamente numeradas para ver a la selección. Increíble.
Todavía no nos habíamos recuperado de esta gigantesca alegría cuando se empieza a armar revuelo a la puerta del hotel, iban a salir los campeones. Entre algún que otro empujón y carrera, conseguimos que nuestras banderas y camisetas estuvieran firmadas por Arbeloa, Llorente, Xabi y por el hombre que nos hizo campeones, el gran Andrés.
Decidimos después ir a
Hampden Park para comprobar si podíamos ver el entrenamiento. Al llegar al estadio, precioso por cierto, nos dicen que es a puerta cerrada, que si decisiones de la federación escocesa.... vaya desilusión. Nos quedamos un rato en la puerta, un grupo de unas 20 o 30 personas, cuando viene un hombre y dice que nos van a dejar entrar, que no avisemos a nadie y no hagamos mucho ruido. Seguía siendo nuestro día de suerte. Cual será nuestra sorpresa cuando entramos y nos colocan a pie de campo a ver el entrenamiento. Como locos sacando fotos y disfrutando de el entrenamiento en una posición privilegiada.
Serían ya las 10 de la noche cuando regresamos a la residencia. Habíamos vivido uno de los días más grandes y con mas fortuna de nuestras vidas. Quién nos lo iba a decir cuando salimos con la mera intención de intentar ver a alguno de los jugadores que íbamos a tener un día como el que disfrutamos. Y todavía queda lo mejor, el partido desde el estadio, el estadio que vio ganar al Madrid 2 copas de Europa, el estadio que vio uno de los mejores goles de la historia.
Estar atentos a la televisión que nos haremos notar.